Otro deporte bien nuestro: "la jineteada". Describiendo magistralmente el momento de la monta dice el poeta:
"...las riendas emparejadas
sobre las cruces até
y me le afirmé de fe
pa' esperar las hamacadas;
miré las clinas doradas
y el cogote del tostau
él me esperaba agachau
y allí mismo Dios me asista
le destaparon las vistas
y salió de lomo arqueau..."